La crisis no hace menos necesaria la cultura, más bien la hace indispensable

Históricamente, ha existido poco interés en la contribución de las artes y los artistas al desarrollo económico en las ciudades. El sector de la cultura, durante mucho tiempo se ha considerado en una zona marginal de la economía urbana, al mismo tiempo es un término complejo, controversial y paradoxal, y que sin embargo se considera como un factor clave que potencia el desarrollo, la economía y la innovación en los territorios.

¿Qué son la innovación, desarrollo y economía?

La innovación es un concepto clave tantopara la creación del conocimiento, la capacidad de aprendizaje y para el territorio, este último es considerado como un proceso colectivo social y geográfico que induce a un cambio de capacidad de comprensión tanto de individuos como de organizaciones.

Por su parte el desarrollo se puede entender de tres formas diferentes, primero como un equilibrio optimal, vale decir, como un balance de intereses y de ganancias entre diferentes actores que interactúan entre sí, segundo como una fuente de desigualdad y polarización y por ultimo como un proceso dinámico resultante de un proceso de innovación y creación.

La economía y la cultura por muchos años han transitado por caminos que se suponen separados, respondiendo a formas discursivas opuestas en las que ambos dominios fueron concebidos. Erróneamente se ha asociado la cultura como un sector improductivo. Como resultado de la intersección entre economía y cultura resulta la Industria Creativa y Cultural.

Finalmente la cultura se entiende como una expresión de la inteligencia colectiva, un instrumento de emancipación y un medio para hacer una sociedad para todos. La innovación que es un elemento resultante de la creatividad y se destaca por ser una construcción social y una inversión al desarrollo el cual depende netamente de la perspectiva política.

La cultura

La cultura no responde a los estándares de las teorías económicas ni de los mercados comerciales, por eso es difícil su definición y cuantificación. Primero la cultura no responde a la ley de la utilidad decreciente, es decir el efecto que un consumir un bien proporciona menor utilidad adicional cuanto más se consume, Segundo la utilidad marginal de consumir un bien no es igual a la de consumir otro bien, posee una satisfacción incierta, esto se debe a que los bienes culturales, artísticos son singulares y su experiencia es propia a cada individuo y por ultimo no posee características de un bien y comportamientos de compra.

De acuerdo a esto es que la cultura debe ser diseñada entonces no como un costo, sino como una inversión en tres dimensiones:

Una inversión económica porque es un factor esencial en el desarrollo local;
Inversión colectiva porque fomenta la cohesión social, vale decir, la posibilidad de unir a los individuos respetando sus diferencias;
Una inversión personal e íntima por la experiencia individual que entrega.

Un poco de teoría

En términos teóricos me gustaría destacar al experto en geografía y crecimiento económico, Richard Florida, quien ha entregado los primeros indicios de clasificar una población como “creativa”, pese a que existen ciertas críticas, entrega un enfoque cuantitativo más cercano de clasificar la población con respecto al crecimiento económico.

Según dicho estudio, el crecimiento económico responde a tres conceptos: Talento, Tolerancia y Tecnología. Describiendo la populación “creativa”, como la población móvil, cualificada y conectada capaz de resolver problemas complejos.

“En mi formulación, conocimiento e información son materiales de creatividad e innovación… es el producto” […] La creatividad revendrá en la actualidad como un elemento clave para el capitalismo contemporáneo”.
Richard Florida

En Estados Unidos el 30% de la población es parte de la clave creativa. La importancia de esta clase creativa es que de una parte se comprometen dentro del proceso de creación y que son pagados por ser creativos ya sea en los campos de informática, juristas, científicos, investigadores, ingenieros, artistas, arquitectos, etc.

Por otro lado como segunda teoría cabe destacar también al académico y experto en económica de la cultura Martial Poirson, con su teoría “economía de la atención” donde establece el rol importante del conocimiento como forma de explotación cognitiva, cuyos agentes económicos no están solo en el medio de comunicación sino también en los bienes y servicio culturales. Considerando un nuevo paradigma desplazando el análisis económico de la producción al consumo cultural.

La Industria Creativa y las Artes Escénicas

Queda demostrado que la cultura agrupa un conjunto de conocimientos de creación que contribuyen a un territorio, en sentido de mesurarlo se establece La industria Creativa y Cultural (ICC) el cual se conforma por diez sectores principales: las Artes Visuales, la Música, las Artes Escénicas, el Cinema, la Televisión, la Radio, los Juegos de video, los Libros, la Prensa y la Publicidad y Comunicación.

Este sector ha adquirido cada vez mayor importancia en los ingresos de las economías, en Francia representan el 3,2% del PIB con una facturación total de 91.400 millones de euros. Destacando las artes visuales como el subsector que entrega mayor valor añadido, seguido por el espectáculo vivo y la música. Fuente: Análisis EY, « El peso económico directo de la cultura en 2017 »

En América Latina el sector cultural genera el 7% del PIB, pero aun así su modelo de apoyo y cuantificación son deficientes.

Es importante destacar dentro de las Industrias Creativas y Culturales, Las Artes Escénicas, dado que este sector me ha llamado la atención ya que en la Unión Europea posee una cuantificación proveniente de su acción, situación que difiere en América Latina.

Las Artes Escénicas se refieren a aquellos espectáculos producidos y difundidos por personas que representan una obra del espíritu en un territorio, el cual hace referencia a la danza, teatro, opera, músicas actuales, fanfarreas, circo, arte de la calle, marionetas, cuentos, entre otros. Este sector manifiesta la identidad de un territorio, y que por factores como un tendencia al exceso de oferta, régimen profesional atípico, remuneraciones diferenciadas hacen de las artes escénicas sean un paradigma, desde el punto de vista económico y simbólico que estas representan.

La cultura un llamado internacional

“Ser creativo es sacar algo nuevo, en otras palabras, innovar”. El discurso oficial producido por la Unión Europea ya en el año 2000 juega un papel importante en este fenómeno. La Estrategia de Lisboa tiene por objeto dotar a Europa de « la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social ».

En esta « economía del conocimiento », el cual se basa en el tríptico educación – productividad -innovación, la innovación se considera como un catalizador de la competitividad ». Fuente: Cordobés y Ducret, en Godet, Durance y Mousli 2010, 328.

La estrategia de Francia ha diseñado y ejecutado diversos programas nacionales de desarrollo sostenible para incluir la cultura y la creatividad como una importante esfera de intervención, por lo que muchos Ministerios y asociados elaboran estrategias específicas para abordar la función de las industrias culturales y creativas en el desarrollo sostenible. Es por eso que el régimen intermitente, La economía social y solidaria, la potencializacion de emprendedores, la calidad de emprendedores de espectáculos, nacen en forma de respuesta a todo un ecosistema cultural.

La UNESCO describe las ICC como los trabajos del futuro, que estas pueden surgir si se apoyan entornos normativos y políticas culturales integradas en toda la cadena de valor

No todo está perdido

Las diferentes formas de respuestas de países, organizaciones internacionales que hacen llamados a reconocer la creatividad y la cultura, se ponen nuevamente a la palestra en tiempos de crisis, como una instancia para reestructurar estrategias.

Para esto me gustaría entregar ciertas consideraciones a todas aquellas asociaciones, personas naturales, emprendedoras que buscan como posicionarse y agente activo en las reformas:

Considerar la cultura y creatividad como programa de desarrollo sustentable dentro de la reestructuración de estrategias, cadenas de valor, modelos de negocios, entre otros.
Considerar la economía de la atención como una estrategia de reapropiación y emancipación dentro de los nuevos desafíos ambientales, sociales y culturales, situando el cuidado en el centro de un sistema de intercambios conforme a la ética y el bien común.
Identificar el nivel de experiencias numéricas y tecnologías en el que se relacionan los proyectos, emprendimientos, startups, instituciones, asociaciones, museos, teatros, escuelas, etc..
Complementar y crear información, que son dos motores de producción y de la cultura.

Se invita ahora a utilizar la economía de la atención a la capacidad cognitiva del cerebro a favor del crecimiento económico y de nuevos modelos de acumulación de capital. Estamos siendo participes de una era numérica, donde somos proveedores de información relevante para grandes industrias, lo que debería aplicarse también en el sector cultural y social. La revolución digital está obligando a los profesionales a reconocer las económicas creativas y expandir los campos de competencias, por lo que primero se debería comenzar por expandir las miradas y comenzar a construir.

Los invito a un viaje cultural virtual!

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